jueves, 4 de septiembre de 2014

LA NUEVA LEY UNIVERSITARIA, UNA REFORMA NEOLIBERAL.


Por: Guido Bellido Ugarte (Puka).

A pocos días de haberse aprobado la ley universitaria muchos han hecho conocer su malestar y otros han compartido su satisfacción con este ordenamiento universitario. El cuestionamiento para unos ha sido el problema de su autonomía y para los  otros la satisfacción que según la Superintencia  del sistema universitario hará que las universidades cumplan con los objetivos para  él  que fue creada y que no es asi, sino  su cierre.

Sin embargo, en esta  nueva ley  universitaria  no se ha contemplado los fines y objetivos que debe perseguir la universidad pública  peruana  para el desarrollo del país. La inversión económica  que es el pilar  para el desarrollo de cada país y  pueblo,  al igual factor fundamental en la política educativo del Perú, se ha excluido en esta nueva ley universitaria. Invertir para producir debe ser   la ideología  para el desarrollo y  funcionamiento del sistema universitario. Asi   lograr y   construir,  un país con bienestar, desarrollo, económico y social.

La educación y la cultura en todos los países del mundo, es lo esencial y fundamental en el desarrollo  de  sus pueblos.  A este objetivo debe orientarse  la política educativa  en el país específicamente  el sistema universitario  y no al mercado de nuestros grandes profesionales que han perdido identidad con  la historia  y el desarrollo del país  hasta convertirse enemigos,   egoístas y vende patrias y extremadamente  corruptos, teniendo por centro la asamblea de rectores, (A:N:R) que han desnaturalizado el sistema  universitario con la proliferación de  academias bajo denominación de universidades  creando profesionales para ponerse  como en las ferias a la ley de la oferta y la demanda.

Son estos grupos de poder  representantes de las universidades privadas  enquistados en la asamblea de rectores (A.N.R), que han tomado el control  del sistema universitario  en el país, con la complicidad de algunos rectores de las asambleas públicas y supuestos demócratas y que  han puesto el  grito cielo,  por el hecho de haberse aprobado el voto universal de los estudiantes para la elección de sus  autoridades,  bajo el supuesto de ser una ley  puesto al servicio del terrorismo.

Sin Educación ni cultura no puede haber desarrollo de los pueblos. No solamente es la economía,  o el crecimiento económico, sino que también la educación y la cultura de sus habitantes es lo fundamental para su desarrollo, pero   sin excepción ni privilegios.

El  país  si quiere  de una universidad  científica y tecnología  integrada a la producción y productividad, al desarrollo económico y social  de la sociedad peruana dentro del marco de una economía nacional planificada, no universidad en el papel y sin financiamiento económico, como lo expresa la nueva ley universitaria. Que en el fondo es una ley que conduce al atrazo y al subdesarrollo que bajo pretexto de la crisis universitaria, y ser un marco legal ajeno a la realidad  universitaria, se busca por todos los medios su intervención, para cerrarlos y hacer que las universidades privadas primen  sobre las universidades públicas y al mismo tiempo, nuestro profesionales sea puesto a la oferta y la demanda del mejor postor.
Allí está el problema de la universidad  peruana, que unos pretenden mantener  y conservar nuestra universidad  todavía  como en los tiempos de la colonia y otros que aspiran a transformar esta imagen ,pero que es impedido por sectores conservadores, que incluso temen  la participación directa  y democrática de los estudiantes en la elección de sus autoridades, pretendiendo  hacer consentir a la población  de que esta participación democrática  y universitaria de los estamentos universitarios, son acciones subversivas como lo hace ver un gran sector de la denominada asamblea NACIONAL DE RECTORES,  que se ha convertido en centro de la corrupción  y de la crisis universitaria y que  consideramos  que este  nuevo órgano  superior de gobierno  universitario, debía haber sido  sustituido  por la ASAMBLEA NACIONAL  UNIVERSITARIA, como complemento  de la elección democrática universal  de sus autoridades  y no CON LA SUPERINTENDENCIA UNIVERSITARIA  que es los mismo que la A.N.R. solo asi habríamos avanzado en algo  si queremos tener una universidad científica y tecnológica  y que será imposible con la denominado organismo de la superintendencia universitaria, que lo único que se lograra, sera el cierre de las universidades publicas. 

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