En el país, impera el caos, la delincuencia, la corrupción y el asalto al Estado. Es la democracia que
defienden los supuestos demócratas de ayer y hoy. En verdad, son esta clase
de gobernantes, que hemos tenido en el país y en
la actualidad. Son los falsos demócratas comprometidos
con la corrupción y que denominan Derechos Humanos, que nos gobiernan. Son estos personajes, enquistados en este Estado Moderno de derecho, edificado
sobre las viejas estructuras y costumbres
del Estado Colonial de los tiempos de Francisco
Pizarro, Diego De Almagro y bien maquillado, nos
gobiernan, bajo el nombre de Estado, Democrático,
Representativo, Descentralista y Unitario.
Siguiendo la línea
política del gobierno
colonial del invasor español, al igual que en aquellos tiempos, seguimos siendo gobernados a la
criolla y por criollos, organizados en partidos políticos o
movimientos políticos, sin ideología ni programas políticos y por
falsos demócratas, que han convertido
la política en negocio, oficio y en
bandas criminales, similar a los tiempo
del fujimontesinismo, bajo la apariencia de partido político y defender la democracia, desnaturalizando la función de un partido político, para asaltar
y robar al Estado Peruano; y en banda. Fue así en
la época del fujimontesinismo y continúa en la actualidad. Son los
dirigentes de estos partidos y movimientos políticos inmersos en actos de corrupción, que se oponen a la justicia, al aparecer de ser
Perseguidos Políticos. Quienes haciendo
mal uso de esta condición con la
complicidad de las instituciones tutelares
del Estado, tratan de burlar a la
justicia, para ser declarados impunes.
Este fenómeno político social, real y
objetivo que la población percibe continuamente en todo gobierno de turno, revela,
quienes gobiernan el Perú, no son los demócratas como aparentan
llamarse, sino los comprometidos con la corrupción. Es fiel reflejo,
la línea política de los Partidos Políticos tradicionales en el
gobierno y que nos gobiernan y se han adueñado del poder del Estado
por decenas de años, al igual de las
fuerzas armadas y policiales. Muestra
este hecho, el último escándalo de ÓSCAR
LÓPEZ MENESES, vinculado con el
caso de VLADIMIRO MONTESINOS y
sentenciado. Amigo de muchos Altos Dirigentes
Apristas, Fujimoristas y que la
población peruana censura. Frente
a este acontecimiento, el pueblo peruano
ha llegado a la hipótesis al margen de las especulaciones que se hace, sobre el resguardo extremo de este personaje, preguntándose, ¿no se estará pensado hacer un golpe de Estado por quienes están comprometidos con la
corrupción? ¿No será por eso que el
resguardo policial dispuesto por los altos mandos de la policía y el ejército responde
a estos intereses? ¿No será
acaso, que la unión Apro Fujimorista,
ahora
hermanos en la política, luchan para
recuperar el poder, para liberar de todo cargo de corrupción a
sus dirigentes partidarios investigados y
seguir asaltando al Estado? Podría ocurrir
uno y otro hecho, aprovechándose del caos
y el desgobierno del país y volver al gobierno, para liberar a sus dirigentes y declararlos impunes de todo acto
de corrupción. ¡Eso es lo que buscan¡ . A no dudarlo. Ante este hecho, el pueblo
debe estar atento.
No está lejos a
estos acontecimientos, el escándalo de OSCAR LOPEZ MENESES, con la
personificación y el circo fomentado por el falso
moribundo Alberto Fujimori Fujimori en los tribunales de justicia, los medios de comunicación, al aparentar de ser el pobrecito y que la población se apiade de él ; la nominación en el comité de los Derechos
Humanos de coordinadora a Martha Chávez , mas las declaraciones del Fiscal
de la Nación sobre los narcoindultos, en la que pretende declararlo inocente a Alan García Pérez, o el
caso de Alejandro Toledo Manrique sobre la compra millonaria de inmuebles, al
estilo fujimontesinista, con el objetivo
de promover un golpe de Estado. Estos grupos políticos, comprometidos
con la corrupción y que
son escorias sociales que se
encuentran en el centro mismo del aparato del Estado, requieren crear condiciones para lograr su
objetivo. Uno de ellos, distraer a la población y volver a capturar
el poder para lograr la
impunidad de sus dirigentes partidarios.
Por eso el caos y el desgobierno en el
congreso; y las otras instituciones del Estado, promovidas por las fuerzas políticas comprometidas con la
corrupción y los rezagos de oficiales en la policía y las fuerzas armadas fujimontesinista y apristas, para lograr su
objetivo. Que es el golpe de Estado.
Luego, liberarlos a sus dirigentes partidarios comprometidos con actos de
corrupción, declarándoles inocentes. De
ese modo el Estado Peruano, siga siendo el festín de la corrupción, gobernado por falsos demócratas y corruptos, no por la
democracia, ni por los auténticos
representantes del pueblo que vinieron siendo, engañados, estafados, defraudados y mecidos por décadas,
por estos falso demócratas y defensores de este sistema de corrupción. De allí que seguiremos siendo gobernados por la corrupción y no por la democracia, si el pueblo no toma conciencia
política de la realidad en la estamos atravesando.