A pocos días de
haberse aprobado la ley universitaria muchos han hecho conocer su malestar y
otros han compartido su satisfacción con este ordenamiento universitario. El
cuestionamiento para unos ha sido el problema de su autonomía y para los otros la satisfacción que según la
Superintencia del sistema universitario
hará que las universidades cumplan con los objetivos para él que
fue creada y que no es asi, sino su
cierre.
Sin embargo, en
esta nueva ley universitaria
no se ha contemplado los fines y objetivos que debe perseguir la
universidad pública peruana para el desarrollo del país. La inversión
económica que es el pilar para el desarrollo de cada país y pueblo,
al igual factor fundamental en la política educativo del Perú, se ha
excluido en esta nueva ley universitaria. Invertir
para producir debe ser la ideología
para el desarrollo y funcionamiento
del sistema universitario. Asi lograr y
construir, un país con bienestar, desarrollo, económico
y social.
La educación y la
cultura en todos los países del mundo, es lo esencial y fundamental en el
desarrollo de sus pueblos. A este objetivo debe orientarse la política educativa en el país específicamente el sistema universitario y no al mercado de nuestros grandes
profesionales que han perdido identidad con la historia
y el desarrollo del país hasta
convertirse enemigos, egoístas y vende
patrias y extremadamente corruptos,
teniendo por centro la asamblea de rectores, (A:N:R) que han desnaturalizado el
sistema universitario con la
proliferación de academias bajo
denominación de universidades creando
profesionales para ponerse como en las
ferias a la ley de la oferta y la demanda.
Son estos grupos de
poder representantes de las
universidades privadas enquistados en la
asamblea de rectores (A.N.R), que han tomado el control del sistema universitario en el país, con la complicidad de algunos
rectores de las asambleas públicas y supuestos demócratas y que han puesto el
grito cielo, por el hecho de
haberse aprobado el voto universal de los estudiantes para la elección de
sus autoridades, bajo el supuesto de ser una ley puesto al servicio del terrorismo.
Sin Educación ni
cultura no puede haber desarrollo de los pueblos. No solamente es la economía, o el crecimiento económico, sino que también
la educación y la cultura de sus habitantes es lo fundamental para su
desarrollo, pero sin excepción ni
privilegios.
El país
si quiere de una universidad científica y tecnología integrada a la producción y productividad, al
desarrollo económico y social de la
sociedad peruana dentro del marco de una economía nacional planificada, no universidad en el papel y sin financiamiento económico, como lo expresa la
nueva ley universitaria. Que en el fondo es una ley que conduce al atrazo y al
subdesarrollo que bajo pretexto de la crisis universitaria, y ser un marco
legal ajeno a la realidad universitaria,
se busca por todos los medios su intervención, para cerrarlos y hacer que las
universidades privadas primen sobre las
universidades públicas y al mismo tiempo, nuestro profesionales sea puesto a la
oferta y la demanda del mejor postor.
Allí está
el problema de la universidad peruana,
que unos pretenden mantener y conservar
nuestra universidad todavía como en los tiempos de la colonia y otros que
aspiran a transformar esta imagen ,pero que es impedido por sectores
conservadores, que incluso temen la
participación directa y democrática de
los estudiantes en la elección de sus autoridades, pretendiendo hacer consentir a la población de que esta participación democrática y universitaria de los estamentos
universitarios, son acciones subversivas como lo hace ver un gran sector de la
denominada asamblea NACIONAL DE RECTORES,
que se ha convertido en centro de la corrupción y de la crisis universitaria y que consideramos
que este nuevo órgano superior de gobierno universitario, debía haber sido sustituido
por la ASAMBLEA NACIONAL UNIVERSITARIA, como complemento de la elección democrática universal de sus autoridades y no
CON LA SUPERINTENDENCIA UNIVERSITARIA que es los mismo que la A.N.R. solo asi habríamos avanzado en algo si queremos tener una universidad científica
y tecnológica y que será imposible con
la denominado organismo de la superintendencia universitaria, que lo único que
se lograra, sera el cierre de las universidades publicas.
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