Por: Guido Bellido Ugarte (Puka)
El Perú surgió desde la independencia como una república
democrática, independiente y descentralista. Sus instituciones nada decorosas desde el Estado hasta sus órganos de menor jerarquía, han conducido al
país a la anarquía y la inestabilidad
política. El atrazo y el subdesarrollo, en lo político, económico, social y
cultural que viven la sociedad peruana es producto de esta situación crítica.
El Perú de hoy es
el Perú de ayer. Es el Perú de los
viejos rezagos de caudillos militares de aprovechados y oportunistas que
hicieron de la política un medio para acumular riqueza y fortuna. Ese
Perú de ayer es el Perú de
hoy. Es el Perú de los
privilegiados. De los que gozan y disfrutan de sus
instituciones decadentes, inmersas en el caos y
la ruina. De aquellos que han hecho de la política un
instrumento de dominio y exclusión de
los demás;¡ y es el Perú de hoy ¡.
Son grupos sociales
y económicos políticos dominantes que
nos gobiernan y reprimen al pueblo. Por eso la institucionalidad del país es un
caos, un desastre. Es conveniente
este caos, para que estas clases políticas sigan gobernando a su albedrio. Por eso quieren un Estado, que exprese los intereses de su grupo y de familia y no los intereses del
pueblo. Son estos personajes que adrede fomentan el caos de las instituciones del Estado, asi sea fácil saquear el tesoro público. Les gusta el desgobierno, asi una juventud, ciega y escéptica, para que sean engañados y
estafados. No quieren una juventud
crítica y pensante. Para estas clases gobernantes, esta calidad de juventudes, es un riesgo y un peligro para su existencia.
Un pueblo con una juventud escéptica y ciega, con partidos políticos que no expresa ni representan los intereses de
los trabajadores ni del pueblo, sino intereses de los lobbis de las empresas
transnacionales, es un pueblo condenado
a la pobreza, miseria, atrazo,
opresión y a su subdesarrollo. Allí nace el interés de estas clases políticas
tradicionales que luchan por todos los medios para mantenerse en el poder. Esto es lo que vimos, los peruanos
en estos últimos días en el congreso de la república con el voto de confianza al consejo de Ministros encabezado por su premier Ana Jara. Que después de una lucha
de intereses entre los grupos económicos de poder en el congreso y haber sido baloteado en dos oportunidades, salió triunfante el
gabinete del régimen oficialista por un voto dirimente, para seguir
implementando la política de los lobbis Ministeriales sobre nuestras riquezas, para seguir haciendo rico a los más ricos
y pobres a los más pobres.
Es esta institucionalidad de la Democracia Frágil y Formal,¡ que es la democracia
de los vivos sobre los tontos¡ , ¡
Que es la democracia de la corrupción y de aquellos demócratas defensores de los
partidos políticos inmersos en actos de
corrupción¡ ¡ son los que
tienen miedo al cambio y transformación del país.¡ ¡ miedo a tener
instituciones solidas y firmes¡, que juzguen sin ningún contemplación a quienes están incursos en actos delictivos y de
corrupción¡ Son por eso
que estos grupos sociales
inmersos en actos de corrupción, que odian a la educación del pueblo. No
quieren que el pueblo se eduque. Prefieren
un pueblo analfabeto. Una educación elitizada y privatizada no una educación para el pueblo.
Luchan de
una y otra forma para que las instituciones políticas se conserven en el
caos. A la par pregonan la privatización
de la educación pública. Al igual luchan contra el servicio de la salud pública.
Quieren un pueblo desnutrido,
tuberculizado, manejable y débil. Por eso sus
políticas de reformas, están orientadas a ese camino. Prefieren privatizar
la salud y la educación pública, para seguir usufructuando y vivir
de sus rentas, sin importarle la
salud ni la educación del pueblo trabajador del campo y de la ciudad.
Son a estos
objetivos que orientan sus políticas,
los partidos políticos tradicionales en
el gobierno y a cual no es ajeno el aporte forzado
y obligado impuesta de hecho a los trabajadores jóvenes independientes para aportar a LAS
AFPS. Que En el fondo, es una estafa a los jóvenes.
Porque el derecho empieza de uno donde termina el derecho del otro. Este derecho, no se puede limitar a los
jóvenes, para que en forma obligada aporten a las AFPS. Y que estas empresas se beneficien y no los
jóvenes. En fin esta es la institucionalidad democrática de engaño,
mentira, saqueo, de robo, inestabilidad política y de anarquía en el gobierno, con partidos políticos
alienados y puestos al servicio del capital extranjero y no al servicio del
pueblo, hecho que nos es preocupa, y debe ser
una tarea de transcendencia ,para nuestra juventud pensante y critica,
para luchar y buscar el cambio de esta
institucionalidad democrática apócrifa,
por una democracia de autentica
representación popular; que
represente sus intereses y a donde los peruanos debemos avanzar.
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