EL CÁLCULO POLÍTICO.

La práctica  ha demostrado, que el cálculo político, en cualquier momento llega a derrumbarse. Todos los gobiernos de turno  han gobernado el país,  sobre la base del cálculo político, no solo ahora  sino desde antes. A esto se debe  el atrazo y el desgobierno  en las diversas instancias del aparato del Estado, Gobierno Central, Regional y Municipal, donde no hay obras de transcendencia  que contribuyan al desarrollo del Perú. Por eso somos, un país eminentemente  subdesarrollado a pesar de ser rico  potencialmente   en recursos naturales. Porque todos gobiernos  de turno nos han gobernando  por el cálculo político y a eso se debe nuestra situación de  subdesarrollo y  en pleno siglo XXI, mantenemos   aun la vieja estructura  política orgánica del estado Medieval, que pretende ser  solo modernizada y no trasformada.

Nuestra  realidad objetiva de la política del país  nos da la razón.  Analicemos  el cálculo  político  prometido por Alberto Fujimori  Fujimori  en su campaña política promovido  por su Movimiento Político Cambio 90, TRABAJO, TECNOLOGÍA Y HONESTIDAD por el cual voto la población peruana. Sin embargo se actuó contrariamente. Porque durante los doce años de gobierno fujimontesinista se dispuso el despido  masivo de los trabajadores,  la corrupción  creció y se perfecciono.   Continúa  en la actualidad en las altas esferas del Estado al amparo del Estado de Derecho, la   defensa de la democracia y el encubrimiento bajo   la supuesta persecución política  a los autores   materiales de los intelectuales  comprometidos con  la corrupción.  .  No hay quien lo pare.  Nada podríamos decir de la tecnología. En cuanto a la tecnología  volvimos a la tecnología artesanal como en el tiempo del Medievo.

No varió ni se modifico la política del Perú, con   el cálculo político promovido  por el gobierno del partido Perú Posible, dirigido por Alejandro  Toledo Manrique, peor en el gobierno del Partido Aprista que gobierna el país  por  más de 50 años directa e indirectamente. El primero  aprovechando la coyuntura  de la crisis del país  que atravesaba por la corrupción  implementada  y generalizada por el fujimontesinismo en todo el aparato del Estado,  el toledismo pretendiendo  luchar  contra la corrupción y la defensa de la democracia,  fomento la movilización de los cuatro suyos.  Siendo gobierno, continuo la corrupción y  fue parte por estar siendo  investigando por la compras de inmuebles que superan más de veinte millones  y que no sabe cómo justificar. Al igual ALAN GARCIA PEREZ  representante del Partido Aprista, con su teoría política hacer del país UN PERU DIFERENTE  en su primer gobierno fugo del país para no  ser investigado,  no solo por estar  implicado  con la masacre y asesinato en las cárceles de Lurigancho y el frontón, sino también por actos de corrupción del tren eléctrico.  Ahora en su Segundo Gobierno, similar a lo que actuó en su primer gobierno, pretende entorpecer  a que sea investigado en actos de corrupción  en los casos de los narcos indultos, los petroaudios  y otros, so pretexto de ser  perseguido político.  

Son  con estos cálculos políticos  y no con planes de desarrollo en la economía del país, los gobernantes de turno han conducido la política del país. El atrazo  económico social por estas razones  en el Perú se conserva intacto  incólume y la corrupción campea. Porque, el control de la economía del país ha estado  históricamente en manos de los sectores privilegiados, al igual el aparato del Estado.  A eso se debe que la corrupción campea en todos los órdenes y niveles del Estado. Por este hecho,   ahora los presidentes Regionales y alcaldes  Municipales a quienes les ha llegado a gustar el poder porque la plata les viene por si solo, pretenden desprenderse de sus cargos siguiendo  el ejemplo del congresista de la república, que luchan para mantenerse en los cargos públicos  y se encuentra en campaña electoral con los aportes que contribuye el pueblo y no hay quien los juzgue ni los controle.  Este  es el caso de nuestra  política nacional que está sujeta al cálculo al político que se tiene que cambiar para tener un desarrollo económicaoo con desarrollo social y de bienestar.